Mucho antes de los acontecimientos de la primera película, Lord Shen, el hijo de los pavos reales que gobernaban la ciudad de Gongmen, decidió usar el poder de los fuegos artificiales como un arma para conquistar China entera. Una cabra adivina predijo que si Shen seguía por ese camino sería derrotado por un guerrero de blanco y negro (un panda). Para evitar que la profecía se cumpliera, Shen y su ejército de lobos aparentemente exterminaron a todos los pandas. Horrorizados por esa atrocidad, los padres de Shen decidieron desterrar a su hijo, quien antes de marcharse juró venganza.